Retrato: Mi vieja

 

F4.5 1/250 ISO 200 22mm

Adriana, 61 años. Vivimos juntos en un departamentito en Liniers. Luchó toda su vida para tener algo, hoy con jubilación mínima y un trabajo como terapeuta de terapias alternativas ni el techo en donde vive tiene su nombre. Mi vieja es una de esas personas que te saca una sonrisa siempre que puede, que tiene una bondad y cariño de abuela que te cocina cada vez que vas a su casa. Es alguien que a sus 22 años tuvo su primera hija, a sus 24 a mi hermano y a los 40 a mi, siendo yo el primer hijo que pudo tener a su padre al lado mientras crecía.

Era inevitable el comentario "bancame que me arreglo si me vas a sacar una foto" a mi vieja le gusta ser un poco coqueta, pero le dije "no, dejá que tu belleza está en lo natural" y es donde interviene lo mágico de esta foto para mi.

Mi mamá tiene su historia en la piel creo yo, porque a pesar de las vicisitudes que le planteó la vida siempre mantuvo esa cara y la actitud de no bajar los brazos, como si se hubiera criado en tiempos de guerra y supiera esperar. Es mi ejemplo de vida y la persona más cariñosa y amorosa que conozco. Podría haberse quedado enojada con tantas cosas... Sin embargo supo aceptar, perdonar y continuar. Mi vieja es eso. Saber pelearla sola, manteniendo una buena cara frente a tanta mierda que pasó. Es una planta que si bien se le caen las flores siempre vuelven a florecer.